jueves, 20 de enero de 2011

El roble, la oruga y la bellota.Cuento para otoño y primavera.

Cuenta la leyenda que un día, hace muchos años, una bellota lloró durante semanas bajo un roble anciano. Éste compadeciéndose al fin de ella, le preguntó:
-¿Qué te entristece hermosa bellota?
La bellota, interrumpió su llanto, sorprendida porque aquel enorme árbol la hubiese llamado hermosa.
-¿Cómo puedes llamarme hermosa, a mí, que soy tan pequeña que apenas alcanzo a percibir la luz del sol que tapan tus ramas?
-Creo que eres hermosa. Y me entristece que pienses que la belleza sólo se encuentra en el tamaño. ¿Tendría que llorar yo entonces contemplando la montaña? Y ya que has contestado a mi pregunta con otra, permíteme interrogarte de nuevo: ¿Acaso el lirio es menos bello que el río? ¿Crees que el estruendo de la tormenta es más hermoso que el canto del ruiseñor? La belleza se encuentra en el corazón que aprecia aquello que le rodea, indistintamente de su tamaño y de su aspecto. Tú serás tan hermosa a mis ojos como yo quiera verte.

-Pero aún así, aunque de verdad fuera bella... ¿De qué me sirve? No valgo para nada. Dime tú, sabio roble, ¿Para qué disfrutar del viento y la luz cuando vivía en tus ramas, si ahora estoy en el suelo cubierta de un polvo que apenas me permite ver?

-Hija mía ¿No te acuerdas cuando te acunaba en las noches serenas y te protegía con mis hojas de la lluvia... ? Yo sabía que tú eras especial, única. Te he cuidado y te he mimado porque dentro de ti se encuentra la luz fecunda que ahora desconoces.
-No lo entiendo. No sé de qué me hablas. ¿Por qué he de ser especial? Mírame bien, soy una bellota menuda, rota, amarga... ¿Aún así dices que soy bella y especial? La tierra intenta tirar de mí, y no sé porqué aún me resisto. ¿Cuál es la razón de mi existencia? Todo lo que me rodea son motivos de desánimo, no encuentro razones para ser feliz. No puedo ser feliz.

-Querida bellota, te resistes inútilmente a tu destino. Te esfuerzas en vano. Entrégate al proceso.

-¿Y así intentas consolarme? Para morir así, hubiese preferido no vivir. Esa es la causa de mi llanto sabio roble.

-Ha llegado la hora de contarte tu gran secreto. En realidad no eres un apéndice de mí, un estorbo inútil en mis ramas. Eres un roble. Pero para convertirte en un roble como yo, debes morir primero. En tu alma llevas la potencialidad que te convertirá en árbol. El roble que llevas en tu interior te desgarrará la piel, dividirá tu corazón de semilla. La transformación es dolorosa. Pero te aseguro que es la puerta a la felicidad.
En ese momento la semilla se inundó de una paz y una alegría profunda. Y así dejó que la madre tierra, poco a poco, la acogiera en su seno, soñando con convertirse en un hermoso roble.

Pasaron los años, y el joven roble disfrutaba de la floreciente primavera. Una pequeña oruga trepó trabajosamente por su tronco y se detuvo en una rama. Comenzó a expulsar seda por su boca y a encerrarse en una crisálida. Con voz triste le dijo:
-Permíteme que me aloje aquí sabio roble, será sólo por unos días. Creo que se acerca el fin del mundo. Siento que voy a morir pronto. No te preocupes por la seda, el viento la arrancará cuando yo sólo sea polvo. La oruga comenzó a llorar desconsolada.

-Hermosa oruga –dijo el joven árbol- ¿Por qué lloras?
-¿Hermosa dices? Déjame en paz; ¿No te he dicho que voy a morir? ¿Por qué tienes que atormentarme con tu ironía? ¡Se acerca el fin del mundo!
El velo de la noche lo cubrió todo. La oruga, cansada de llorar se durmió. El árbol inclinó su rama, protegiéndola del viento, y compresivo murmuró:
-Querida oruga, aquello que tú llamas el fin del mundo, el resto del mundo lo llamará... MARIPOSA.

10 comentarios:

  1. Qué bonito y qué moraeja tan hermosa se desprende de tu cuento!!! Gracias.
    Besos

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  2. Me alegra volver a leerte. Un besazo

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    1. Estás leyendo un relato obra del autor Israel Gajete.

      Entre otros, puedes contrastar esta información en yoescribo.com, Israel Gajete, obra: Mariposa.

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  3. Qué bonito! Me ha encantado tu cuento y me ha emocionado. Una buena reflexión sobre la vida y la muerte.
    Saludos
    Conchi

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    1. Muchas gracias (el autor original, Israel Gajete)

      Siento responder a todos los comentarios, pero es importante no crear confusión respecto a su autoría.

      Un saludo.

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    2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Gracias por la publicación, aunque deberías incluir el autor a pie de página: Israel Gajete.

    No me molesta que se difunda, al contrario, me alegra ver que puede resultar útil y que le guste a alguien.

    Un abrazo. (El autor: isragadom@gmail.com)

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    1. Israel gracias por tu cuento, ha sido de gran inspiración. Igual te sugiero que al final del cuento, menciones que la frase: "Eso que para la oruga es el fin del mundo, el resto del mundo lo llama mariposa", es de Lao tse.
      Saludos.

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