jueves, 27 de enero de 2011

tu elijes tu vida

juan era el tipo de persona que a mucha gente le gustaria ser.
El siempre estaba de buen humor y siempre tenía algo positivo que decir.
Cuando alguien le preguntaba cómo le iba, el respondía:
“Mejor, imposible”

Había cambiado de trabajo y varios de sus colaboradores le habían seguido en todos sus cambios.
La razón de que le siguieran era su actitud: era un motivador natural.
Si un empleado tenía un mal día,juan estaba ahí para decirle al empleado cómo ver el lado positivo de la situación.
Un día fui a buscar a juan y le pregunté:
No lo entiendo.... no es posible ser una persona positiva todo el tiempo.
¿Cómo lo haces?...
El respondió:
Cada mañana me despierto y me digo a mi mismo:
“juan, tienes dos opciones hoy: puedes escoger estar de buen o de mal humor”.
Escojo estar de buen humor.
Cada vez que sucede algo malo, puedo escoger entre ser una víctima o aprender de ello.
Escojo aprender de ello".

Cada vez que alguien viene a mí para quejarse, puedo aceptar su queja o puedo señalarle el lado positivo de la vida.
Escojo señalarle el lado positivo de la vida.

- Si, claro, pero no es tan fácil, protesté.

- Sí, lo es, dijo juan.
Todo en la vida es acerca de elecciones.
Cuando quitas todo lo demás, cada situación es una elección.
Tú eliges cómo reaccionas ante cada situación, tú eliges cómo la gente afectará tu estado de ánimo, tú eliges estar de buen o de mal humor.
En resumen:
TU ELIGES COMO VIVIR LA VIDA.

Reflexioné en lo que juan me dijo...
Por cuestiones de residencia, perdimos contacto, pero con frecuencia pensaba en juan cuando tenía que hacer una elección en la vida en vez de reaccionar contra ella.

Varios años más tarde, me enteré que juan hizo algo que nunca debe hacerse en un negocio, dejó la puerta de atrás abierta y una mañana fue asaltado por tres ladrones armados.
trataba de abrir la caja fuerte, su mano, temblando por el nerviosismo, resbaló de la combinación. Los asaltantes sintieron pánico y le dispararon.

juan fue encontrado relativamente pronto y llevado de emergencia a una clínica.
Después de ocho horas de cirugía y semanas de terapia intensiva, el fue dado de alta,
Aún con fragmentos de bala en su cuerpo.

Me encontré con el seis meses después del accidente y cuando le pregunté cómo estaba, me respondió:
“Mejor, imposible".
Le pregunté qué pasó por su mente en el momento del asalto.
Contestó:
“Cuando estaba tirado en el piso, recordé que tenía dos opciones: podía elegir vivir o podía elegir morir.
ELEGI VIVIR".

"¿No sentiste miedo?“ le pregunté.
juan continuó: "Los médicos fueron geniales.
No dejaban de decirme que iba a estar bien.
Pero cuando me llevaron al quirófano y vi las expresiones en las caras de los médicos y enfermeras,
realmente me asusté.
Podía leer en sus ojos: “Es hombre muerto".
" Supe entonces que debía tomar una decisión”.
Qué hiciste?" pregunté.
juan me dijo:
"Bueno, uno de los médicos me preguntó si era alérgico a algo, y respirando profundo grité:
- "Sí, a las balas" - Mientras reían, les dije: "estoy escogiendo vivir,
opérenme como si estuviera vivo, no muerto".
juan vivió por la maestría de los médicos, pero sobre todo POR SU ASOMBROSA ACTITUD.
Aprendió que CADA DÍA TENEMOS LA ELECCIÓN de vivir plenamente.
La ACTITUD, finalmente, lo es todo.
Al final la decisión de
Cómo eres, Cómo te ves, Cómo te sientes, Cómo vives

¡ES TUYA!

Y recuerda:

SÓLO SE FRUSTRAN AQUELLOS QUE DEJAN DE VER LA PARTE POSITIVA DE SUS RESULTADOS Y DE LA VIDA…

jueves, 20 de enero de 2011

El roble, la oruga y la bellota.Cuento para otoño y primavera.

Cuenta la leyenda que un día, hace muchos años, una bellota lloró durante semanas bajo un roble anciano. Éste compadeciéndose al fin de ella, le preguntó:
-¿Qué te entristece hermosa bellota?
La bellota, interrumpió su llanto, sorprendida porque aquel enorme árbol la hubiese llamado hermosa.
-¿Cómo puedes llamarme hermosa, a mí, que soy tan pequeña que apenas alcanzo a percibir la luz del sol que tapan tus ramas?
-Creo que eres hermosa. Y me entristece que pienses que la belleza sólo se encuentra en el tamaño. ¿Tendría que llorar yo entonces contemplando la montaña? Y ya que has contestado a mi pregunta con otra, permíteme interrogarte de nuevo: ¿Acaso el lirio es menos bello que el río? ¿Crees que el estruendo de la tormenta es más hermoso que el canto del ruiseñor? La belleza se encuentra en el corazón que aprecia aquello que le rodea, indistintamente de su tamaño y de su aspecto. Tú serás tan hermosa a mis ojos como yo quiera verte.

-Pero aún así, aunque de verdad fuera bella... ¿De qué me sirve? No valgo para nada. Dime tú, sabio roble, ¿Para qué disfrutar del viento y la luz cuando vivía en tus ramas, si ahora estoy en el suelo cubierta de un polvo que apenas me permite ver?

-Hija mía ¿No te acuerdas cuando te acunaba en las noches serenas y te protegía con mis hojas de la lluvia... ? Yo sabía que tú eras especial, única. Te he cuidado y te he mimado porque dentro de ti se encuentra la luz fecunda que ahora desconoces.
-No lo entiendo. No sé de qué me hablas. ¿Por qué he de ser especial? Mírame bien, soy una bellota menuda, rota, amarga... ¿Aún así dices que soy bella y especial? La tierra intenta tirar de mí, y no sé porqué aún me resisto. ¿Cuál es la razón de mi existencia? Todo lo que me rodea son motivos de desánimo, no encuentro razones para ser feliz. No puedo ser feliz.

-Querida bellota, te resistes inútilmente a tu destino. Te esfuerzas en vano. Entrégate al proceso.

-¿Y así intentas consolarme? Para morir así, hubiese preferido no vivir. Esa es la causa de mi llanto sabio roble.

-Ha llegado la hora de contarte tu gran secreto. En realidad no eres un apéndice de mí, un estorbo inútil en mis ramas. Eres un roble. Pero para convertirte en un roble como yo, debes morir primero. En tu alma llevas la potencialidad que te convertirá en árbol. El roble que llevas en tu interior te desgarrará la piel, dividirá tu corazón de semilla. La transformación es dolorosa. Pero te aseguro que es la puerta a la felicidad.
En ese momento la semilla se inundó de una paz y una alegría profunda. Y así dejó que la madre tierra, poco a poco, la acogiera en su seno, soñando con convertirse en un hermoso roble.

Pasaron los años, y el joven roble disfrutaba de la floreciente primavera. Una pequeña oruga trepó trabajosamente por su tronco y se detuvo en una rama. Comenzó a expulsar seda por su boca y a encerrarse en una crisálida. Con voz triste le dijo:
-Permíteme que me aloje aquí sabio roble, será sólo por unos días. Creo que se acerca el fin del mundo. Siento que voy a morir pronto. No te preocupes por la seda, el viento la arrancará cuando yo sólo sea polvo. La oruga comenzó a llorar desconsolada.

-Hermosa oruga –dijo el joven árbol- ¿Por qué lloras?
-¿Hermosa dices? Déjame en paz; ¿No te he dicho que voy a morir? ¿Por qué tienes que atormentarme con tu ironía? ¡Se acerca el fin del mundo!
El velo de la noche lo cubrió todo. La oruga, cansada de llorar se durmió. El árbol inclinó su rama, protegiéndola del viento, y compresivo murmuró:
-Querida oruga, aquello que tú llamas el fin del mundo, el resto del mundo lo llamará... MARIPOSA.